Mensaje del 19 de octubre de 1996

(Me siento como en las nubes y lo único que noto son los dedos de Jesús y de María apretándome los hombros).

 

Dice Jesús:

Te sentís tan confundido cuando nos acercamos y cuando apoyamos nuestra ropa en tu cara… te parece que has perdido la razón y tenés que abrir los ojos muchas veces para cerciorarte de que estás en este mundo.

 

Tenés que animarte a mirarme a los ojos, no tengas ningún temor… en ellos verás un montón de cosas que quiero decirte.

Las fuerzas de las palabras de hoy es conmovedora (problemática de los abortos, en el momento de la evangelización) y vuestra intención ha derramado mucho perdón, pero debes conservar el equilibrio al hablar de esas cosas porque podrías juzgarlas.

 

Dice la Virgen María:

Cuánta necesidad hay de una gran revolución de ideas en un Nuevo Pentecostés, porque estas tierras aún son vírgenes respecto del Espíritu Santo… y todo esto tan tremendo se toma con la mayor naturalidad.

El año 1997 para América y el mundo será un año difícil… hacen falta muchos corazones como el de ustedes orando… ya se que serían tomados por locos si empezaran a gritar como Juan el Bautista, conviértanse, conviértanse.

Hay un montón de tesoros escondidos para todos, pero ¡qué pocos son a los que interesan ese tesoro!

El nuevo Pentecostés va a llegar fácilmente si hay mucha oración.

Hay una realidad terrible, mientras se multiplican los libros para rezar… parecería que el hombre ya no reza, pero hay que tomar conciencia de vivenciar a Dios en nuestras almas con la oración o de cualquier forma.

Bienaventurados los que escuchan mis palabras y los que la llevan a la realidad… sean por siempre bienaventurados.

 

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos