Mensaje del 28 de septiembre de 1996

Dice Jesús:

Ustedes piden para los demás y para ustedes… les daré todo lo que necesitan.

Por el panorama que presentaron, en todos los niveles, veo que la vida es dura, pero yo no he prometido un jardín de rosas. Todo lo que pasa en el mundo ya sé que no es fácil de entender por los seres humanos. Hay que indagar largamente en el problema de la libertad del hombre y cómo se va injertando en ella la Divina Providencia, así se va haciendo todo y los tiempos del hombre no son los tiempos de Dios.

 

 

 

Dice la Virgen María:

Hay que tener paciencia, cuando yo haya dicho lo necesario, entonces lo harás conocer… mientras tanto hay que vivir en las “catacumbas” y mucha oración, mucha oración…

Al final de los mensajes y profecías te daré diez secretos que solamente alguna alta autoridad de la Iglesia podrá conocer.

Al pensar en el Apocalipsis te equivocas… el Apocalipsis ya empezó hace mucho tiempo como reconstrucción del Reino del Padre.

Tengo necesidad de muchos discípulos que calquen su vida a la de mi Hijo, entonces sí veremos prados en flor.

Me gusta mucho la tarea de hormigas que están haciendo, pero sean prudentes como ellas que cuando va a llover no salen del agujero.

Yo quiero que todo esto que están viviendo vos y tu grupo no sea solamente un esperar mi llegada para recibir mensajes y profecías para todos, para los demás; tienen que empezar ustedes a gozar enormemente de mi presencia y la de mi Hijo.

Cuando yo llego con mi Hijo siéntanse privilegiados, gocen de nuestra presencia, disfruten de la divinidad. No sea cosa que por venir siempre lo tomen como algo natural… esto no es natural, es sobrenatural, entonces disfruten de todo esto de acuerdo con los carismas que les dio mi Hijo.

Mi Hijo y yo te levantamos del piso (yo me tiré al piso como un acto de adoración) porque mi querido, viviste siempre mordiendo la tierra. ¿Más todavía?

No falta tanto para que esto se conozca y no tengas ningún temor que no te pasará como Jonás cuando el Señor lo mandó a predicar a los ninivitas (salvando las distancias por supuesto).

Debés tener bien claro que con la gran CRUZADA DEL ESPÍRITU SANTO quiero ser la mensajera de la esperanza para todos aquéllos que aún no les llegó la luz del sol. No será de un día para otro, pero te puedo asegurar que el sol saldrá para todos.

Agradezco la atención que me han dispensado.

 

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos