Mensaje del 3 de septiembre de 1996

Dice la Virgen María:

Los rayos que salen del corazón de mi Hijo los han traspasado a todos y han llegado hasta los confines de la tierra, es por eso que déjenme que los llame misioneros porque han pedido por todos.

Me preguntás ¿por qué azucenas y rosas? ¿Has visto flores más hermosas y más perfumadas? (todo el recinto se llenó de flores).

Todo ese perfume son gracias que por vuestra intercesión han llegado hasta los confines de la tierra.

 

Deciles a los hombres con insistencia que hablen de la Misericordia de Mi Hijo, que traten de profundizarla y explicarla y sentirla mejor.

No encuentro palabras para explicar cuánto deben tener en cuenta la Misericordia de mi Hijo, con ello será más fácil el Nuevo Pentecostés.

Les repito que han llegado como misioneros hasta los confines de la tierra.

Soy la Reina del Espíritu Santo y mis manos reparten y repartirán gracias a montones para todos los que la soliciten.

Déjense amar por mi Sagrado Corazón y el Sagrado Corazón de mi Hijo porque estamos ansiosos de llenar todo de amor.

Traten de medir todo mi amor y el de mi Hijo y se sentirán consolados pase lo que pase y venga lo que venga (se refiere a todos los desalientos que se reciben casi diariamente y a veces de personas importantes dentro de la Iglesia).

Esto no es algo que se agota hoy ni mañana, esto se acrecentará durante milenios.

Quédense en lo profundo de vuestra noche y hagan un acto de amor abriendo vuestro corazón y se sentirán repletos de nuestro amor con una dulzura indescriptible que ya nada de la tierra les parecerá que pueda igualarlo…

Recomendá a los hermanos que no se pierdan ese caudal de amor y que sean dóciles al Espíritu Santo para ser llenados por Él… sumisos y humildes para que no haya barreras de contención y llenos así de tanta luz, podrán ser luz para los demás.

No hace falta que me digan encendí mi lámpara, así como el sol les dice por las mañanas, les doy mi luz, se ve, se siente, se disfruta y se agradece…

Recomendá este río de agua viva que se desborda de su cauce en el Espíritu Santo y llena todos los lugares hasta donde los dejen llegar. ¿Qué más podré decirles hoy? Mi Hijo y Yo los amamos tiernamente, ustedes no alcanzan a medir todo lo que está pasando.

Tengo preparados tantos proyectos para ustedes; déjense llevar, déjense llevar; mi amor los conducirá; si les digo demasiado ustedes se vuelven impacientes.

Por qué mi preocupación por los enfermos, porque es un signo del cristianismo, sanar los enfermos, expulsar los demonios y resucitar a los muertos.

(Faltan los mensajes personales es por esto que parecen distantes uno del otro).

No quiero cansarlos tanto, sepan que los bendigo a ustedes y a siete generaciones más.

Gracias por todo el calor que me dieron, que vuestro amanecer sea dulce como la miel y tengan melodías en vuestros oídos que mi Divina Misericordia les da. Estoy sembrando tantas rosas por las calles que cuando salgan si agudizan el olfato sentirán su perfume.

Sigan rezando mucho porque yo contengo la mano de mi Hijo para evitar castigos.

Quieren que les diga algo de ustedes, envejecerán sin enfermedades y todavía verán muchos soles salir.

En el mes de septiembre recibirán muchas sorpresas agradables.

¡Qué pena siento que se acerquen tiempos feos para la Argentina!

Ustedes son poquitos pero para mi son un montón… recen… recen… recen… recen… que pueden remediar mucho. En algunas provincias se derramará sangre de hermanos inocentes ante la protesta de los que tienen hambre, sobre todo en el Norte y en Rosario.

Se han reunido los Obispos y me preocupa verlos tan inocentes.

Reaccionan cuando recién se los toca un poquito pero antes no hacen nada.

¿Quién tiene idea de lo que es la justicia en este país? Me aterra pensar en la justicia argentina. No mezquinen rezar, no en cantidad sino en calidad.

Estoy asqueada de ver como se pudren en la cárcel hombres que han hecho muy poco o están enfermos y pasean al sol los corruptos, estafadores y todo tipo de malandrines.

Como ven mi preocupación hoy es la Argentina; qué meses duros nos esperan pero después saldrá el sol.

Veo sangre correr, sangre inocente. Ustedes pueden remediar mucho. No se desesperen pero recen, ayunen, hagan sacrificios.

Los bendigo con toda mi alma. Gracias por vuestra generosidad.

Ríos de agua viva han llenado esta casa y el corazón de todos ustedes y de vuestros familiares. Sientan el perfume que ha quedado.

Personal (6).

Están sosteniendo a todo este pueblo con vuestras oraciones.

Sepan todos los presentes que son elegidos míos y de mi Padre.

Tus lágrimas han sido un bálsamo para las almas que han salido del purgatorio.

El sol brilla pero brillará más aún para ustedes y en todos los que toquen.

No crean que los he inundado con mi luz porque sí, es para darles todo lo que necesitan para ustedes y para los demás. Pero yo tengo mi tiempo y no es el de ustedes.

La sangre que derramó mi corazón los ha cubierto a todos.

Hagan planes, proyecten cosas, programen lo que se les ocurra y yo estaré apuntalando todo.

No es un reproche pero todos ustedes apenas han comprendido lo que representa mi presencia aquí.

Nunca me canso de insistir sobre la oración y me gusta como lo hacen ustedes, que no es algo mecánico sino que sienten en el corazón y hay creatividad en las formas de expresión.

Me gusta mucho porque están creciendo en santidad, en donde pasan dejan una huella, aunque no digan una palabra.

Ahora termino, pero les anuncio que en la próxima reunión vendrá Nuestra Señora de Medjugorje que ustedes pueden llamar Nuestra Señora de Justiniano Posse.

Gracias. Los amo.

 

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos