Mensaje del 10 de agosto de 1996

Dice la Virgen María:

Yo soy a quien te consagró tu madre cuando estabas en su vientre y tenías peligro de muerte. He dejado pasar mucho tiempo antes de que lo supieras hasta que mi Hijo el jueves 1 de agosto a las 1.30 -2 de la mañana te lo dijo. Vos fuiste consagrado a mi Sagrado Corazón y desde entonces siempre me perteneciste.

Ahora llegó el momento en que recibirás mis mensajes y/o profecías.

 

Te elijo a vos porque te considero ínfimo, mínimo, pequeño pecador como todos y muchas veces fuiste despreciado y tu palabra irritó a muchos a través de toda tu vida porque no toleraron que fueras un buen Hijo de Jesús.

Te hablaré como el Inmaculado Corazón de María y mis mensajes lentamente los harás conocer.

Mis mensajes serán generales y servirán para todos.

Yo te amo desde el vientre de tu madre y toda tu vida ha sido un martirio, llegó la hora de salir a recoger rosas porque hasta las piedras (palabras) que te tiren serán para vos rosas.

Serás mi mensajero para muchos hombres, sobre todo los de buena voluntad.

Te habló ahora de mi Inmaculada Concepción “estaba junto al fuego revolviendo en el recipiente colgado cuando una inmensa luz entró en el recinto”; (dentro tuyo lo estás viendo).

El Espíritu Santo fecundó mi corazón y desde ese momento comenzó a tener vigencia la esperanza para la humanidad.

Yo te iré diciendo como extenderás la devoción a mi Inmaculado Corazón y se lo dirás al mundo entero.

Por hoy es suficiente, dejo en tus manos mi Sagrado Corazón.

Para decir al mundo entero, tendrás que imprimir y serán cientos.

Necesito que se conozca todo lo que el Padre me dice… Hay necesidad de mucha oración.

Decile a la gente que cuando reza el Santo Rosario la cantidad de Avemarías que digan, dependen con el corazón que lo digan.

¡Quiero santificar a las almas con mi Sagrado Corazón!

Los sacerdotes hablan poco de mi Sagrado Corazón y es allí donde el Padre envía el Espíritu para engendrar a Jesús.

No quiero que haya tanto olvido y quiero que en cada sermón u homilía la empiecen y las terminen invocando a Mi Inmaculado Corazón.

No temas de gritar a donde sea. ¡Conviértanse al Inmaculado Corazón de María! (repite)

Pedile a los hombres que al acostarse y al levantarse invoquen mi Sagrado Corazón.

No voy a usar grandes palabras para decir estas grandes verdades y todas ellas simples y sencillas están dirigidas a todo el pueblo de Dios.

Quiero siempre hablar con palabras que entiendan, los marginados, los oprimidos, los que soportan una pesada carga, los que están segregados y todos aquellos para quienes todavía no salió el sol.

Te acordarás, hace tantos años ya en tu boca y en tu corazón estaban estas palabras, pocos te escucharon, quedaba en el ambiente como un perfume de rosas pero todavía no estaban en condiciones de asimilar estas grandes verdades y más de una vez te sentís dolido por haber predicado en el desierto, no importa que no te escucharon, pero yo sí te escuché.

Tenés que decir a tu Pueblo, tu Provincia, tu Nación, decirles a tus sacerdotes que extiendan la devoción al Espíritu Santo y al Inmaculado Corazón.

No hay posibilidades de Evangelización si el Espíritu Santo no la está orientando.

El año 2000 debe encontrarnos a todos trabajando en la gran Cruzada del Espíritu Santo y del Inmaculado Corazón de María.

¿Qué pasa con los hombres que están lejos de Dios? Si tuviera que nombrar países, diría que el que está más cerca es Chile y el que está más lejos es Argentina; aunque Brasil me preocupa mucho.

Un Papa dijo que América es la reserva del Cristianismo, pero es necesario para ello un nuevo Pentecostés.

Me preocupa la pobreza material mucho más de lo que ustedes creen; pero me preocupa la pobreza espiritual. ¡Es tanta la pobreza espiritual de la juventud de América!

Sacerdotes, Obispos, Cardenales levanten vuestra voz pero sobre todo sean discípulos de Jesús. Quiero que sean discípulos más que apóstoles.

Es más fácil ser apóstol, no lo es ser discípulo.

La estructura religiosa que han montado en América Latina es un obstáculo para la propagación del Nuevo Pentecostés.

Todavía no se les da a los laicos el papel protagónico que les corresponde en la Extensión del Reino. Debes gritar fuerte que nadie tiene la exclusividad de Dios. Pero lamentablemente en América y también en el mundo se forma a los religiosos con la mentalidad de que siempre son superiores a los laicos, en todo.

Estos son cristianos de 3º ó 4º mano.

Un poco viene por los sagrados votos pero éstos no deben ser interpretados como motivo de superioridad sino un estado de precariedad permanente y es ante todo una renuncia para un mayor servicio y jamás una etiqueta de superioridad.